Sunday, September 15, 2013
Kaká muestra su caída en el Milan
Italia / El Nápoles toma impulso ante los empates de los grandesEl Milan, rival del Barça en la Champions, salvó los muebles en tiempo añadido ante el Torino en la Liga italiana (2-2), pero Kaká perdió su primera batalla. Su imagen fue lamentable.
Diez años después, Kaká volvió a estrenarse con la camiseta del Milan, pero si en Ancona, el uno de septiembre de 2003, hizo sonreír al universo rossonero y motivó que Silvio Berlusconi pudiera presentarle como el crack del futuro, ayer, en Turín, 'Il Cavaliere' no apareció y los mismos hinchas que le recibieron con algarabía debieron empezar a preguntarse qué hace este futbolista en su equipo.
Kaká debutó con el mismo uniforme que hace diez años pero en nada se parece a aquel joven 'todocampista' que iluminó la última gran generación rossonera. Ayer fue la imagen de la impotencia, de la falta de recursos, de la tristeza. Y se llevó consigo a todo un equipo perdido, sin rumbo ninguno y que fue literalmente humillado.
El Torino, un club tan histórico y legendario como modesto en la actualidad, que no vencía en su estadio un partido de Liga al Milan desde 1985 y que fue derrotado el pasado mes de mayo con un solitario gol de Mario Balotelli, le tuvo contra las cuerdas y no ganó porque el fútbol muchas veces, es injusto.
A Kaká se le acabó pronto la gasolina y su deambular por el campo evidenció su triste realidad. El brasileño no es ni una sombra de lo que fue en su primera etapa milanista y se hace difícil adivinar que pueda recuperar el tiempo perdido.
Ante todo ello se derrumbó el Milan, que al minuto de salir él del campo encajó el 2-0 y se encaminó a una derrota tan dolorosa como inesperada. Sobrevivió gracias a Muntari... Y a un penalti que Balotelli transformó cuando se había llegado al minuto 96.
No fue derrotado el Milan pero sí perdió Kaká su particular partido. Si el regreso de Shevchenko desde el Chelsea fue mediocre, el suyo amenaza con ser un auténtico desastre.

Y fortuna tuvo el Milan de que Inter y Juventus firmaron un armisticio en San Siro, conformándose con un empate en el que el único ganador fue el Nápoles.